Respirar bien, pareciera que todo lo hacemos ¿verdad?; pero, alguna vez te has preguntado si hay una técnica para este acto que hacemos por instinto.
Pues hay técnicas y patrones estudiados y desarrollados que nos ayudan a respirar mejor. James Nestor, es una de las personas que se ha dedicado a indagar sobre esta técnica, escribió el libro «Respira: la nueva ciencia de un arte olvidado» (Editorial Planeta) y recientemente fue entrevistado por el diario español ABC, dijo que que somos los peores respiradores del mundo animal
Su libro es fenómeno editorial, con más de medio millón de ejemplares vendidos en Estados Unidos; en este texto reveló que nuestra salud depende esencialmente de la manera en que respiras y lo estamos haciendo mal.
En «Respira: la nueva ciencia de un arte olvidado» Nestor profundiza en las graves consecuencias que no respirar bien tiene para la salud tanto física como mental.
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Hay señales que nos indican cuándo estamos respirando mal. Nestor señaló que tener la boca seca y los labios secos claramente indica que estamos respirando por la boca; pero ademas, si no somos capaces de tomar una bocanada de aire de manera suave y profunda es otro signo de no estar respirando correctamente.
La sensación de mareo o desvanecimiento son otros indicios.
La frecuencia y la profundidad de la respiración pueden influir en nuestro sistema nervioso involuntario, la presión arterial, el estado de ánimo, la ansiedad y la inmunidad.
Nestor dice que a pesar de que la frecuencia respiratoria típica de un adulto es de 12-20 respiraciones por minuto, los estudios que él ha analizado, han demostrado que la frecuencia respiratoria óptima es mucho más lenta, alrededor de 6 respiraciones por minuto, o 5,5 segundos dentro y 5,5 segundos fuera.
Respirar bien es un arte olvidado
Sorprendentemente, la sabiduría ancestral y las prácticas espirituales de origen budista, hindú, cristiano, indio navajo y chino, y técnicas como el yoga, han estado utilizando inadvertidamente estas técnicas mucho antes de que los científicos pudieran demostrar sus beneficios.
Si respiramos de manera pausada y profunda, estamos enviando a nuestro cerebro señales para que se calme y esté más tranquilo. Incluso puedes llegar a cambiar el funcionamiento de ciertas áreas del cerebro, según revelan los estudios científicos.
Respirar bien es una de las maneras más rápidas y eficientes que existen hoy en día para controlar el estrés y la ansiedad. Y esto es especialmente importante en aquellas personas que tengan algún problema de asma, enfermedades crónicas o incluso de ataques de pánico.