Red de Empoderamiento Femenino (REF), es un programa creado por Coca-Cola FEMSA de Venezuela que busca reafirmar su compromiso con el desarrollo comunitario y potenciar el manejo y crecimiento de pequeños emprendimientos, operados por mujeres.
Durante el evento donde se presentó el programa se reunieron bodegueras de las parroquias Catia y La Vega, de Caracas; representantes de la Unidad de Psicología Luis Azagra, s.j. de la Universidad Católica Andrés Bello; así como facilitadores y líderes comunitarios.
Gelirys Córdoba, dueña del Bodegón Petra en el 23 de Enero, directora de Las Nenas Productions y cliente de Coca-Cola FEMSA, y como ven, emprendedora, contó su historia para inspirar a las participantes de la primera cohorte de la REF.
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Este programa centrará su trabajo en permitir que las participantes fortalezcan sus capacidades administrativas con herramientas técnicas, para el desarrollo de un plan de negocios que promueva el crecimiento de sus puntos de venta; por tanto, esto les permitirá la promoción y modelaje de roles femeninos empoderados, para propiciar el ejercicio de sus derechos sociales y económicos.
La Red de Empoderamiento Femenino coincide con la celebración del décimo octavo aniversario de la embotelladora de origen mexicano.
Precisamente, la agenda aniversaria incluye eventos digitales y presenciales para mostrar la gratitud a quienes forman parte de su historia.
“Es un día lleno de muchísima alegría. Después de muchos meses de trabajo desarrollamos la base conceptual que hoy nos permite tener un programa de desarrollo comunitario capaz de transformar el entorno y generar bienestar en cada rincón del país teniendo como base el liderazgo y empoderamiento femenino”, contó Andrea Galarraga, Gerente de Asuntos Corporativos de la empresa.
Este 19 de noviembre es el Día Internacional de la Mujer Emprendedora; y este tipo de iniciativas nos permite reconocer el interés_casi estratégico_ de fomentar el espíritu empresarial femenino, como método para ayudar en la reducción de la desigualdad de género.
Coincidimos en la defensa de una sociedad donde hombres, mujeres (incluido en la de los miembros del colectivo LGBTQ+) o binarios tengan los mismos derechos, y por tanto, puedan asumir tareas equivalentes.
De la misma manera que el padre puede cambiar pañales y preparar teteros, la madre puede intercambiar bienes y servicios.
Cuantas más personas estén involucradas en su propio negocio, más crecerá la economía. Y no es necesario liderar una gran industria para eso. Puede ser un salón de belleza en la parte trasera de la casa o la venta de productos artesanales en la feria del barrio.
Movimientos de este tipo generan empleo, elevan los ingresos medios y mejoran la calidad de vida de las familias.
¡Feliz Día emprendedoras, gracias por darle la vuelta adversidad!