No todos quieren adelgazar, algunos están enfocados en ganar masa muscular, de forma saludable y efectiva. Los beneficios de esta meta trascienden el plano estético: al aumentar la masa muscular, se fortalecen los tejidos conectivos y crece la densidad ósea.
A esto se suma la posibilidad de disminuir el riesgo de lesiones o fracturas y reduce las probabilidades de sufrir osteoporosis. También aumenta la tasa metabólica: ¡esa anhelada capacidad de quemar calorías sin hacer nada!
No termina allí. Una mayor musculatura contribuye a regular la cantidad de azúcar en la sangre, mejora tu sueño y relaja tu mente. Si te enganchaste y te convencieron las ventajas, pero no sabes qué comer, acompáñame en estas líneas.
Los huevos tienen muchos nutrientes y destacan por el equilibrio de los aminoácidos de su proteína, entre otras bondades.
El pavo y el pollo son carnes blancas que te permiten ganar músculo mientras te alejas de las grasas saturadas de las carnes rojas (otra importante fuente de proteínas). Un dato de oro: por cada 100 gramos de pechuga de pollo se obtiene 30 gramos de proteína.
Desde el mar, llega un gran aliado para la musculatura: el atún. Este alimento se metaboliza fácil y está constituido por una alta cantidad de proteínas (más que la carne): 23 gramos por cada 100 gramos.
Sus compañeros marinos como las sardinas y el salmón son otros alimentos que te pueden ayudar porque son una buena fuente de omega 3, capaz de promover la producción de proteínas que suman a la recuperación de músculos lesionados.
Los lácteos bajos en grasa son una gran fuente de proteína de origen animal. Nos referimos a la leche y sus derivados como el yogur y quesos.
No te olvides de comer verduras como la espinaca: fuente de glutamina, un aminoácido esencial para el desarrollo de masa muscular. Las legumbres son otros alimentos que te recomendamos incorporar en tu plato, porque aportan proteínas, tienen fibra y una gran cantidad de magnesio.
Además, tienes el plátano, rico en hidratos de carbono y nutrientes para tus músculos.
¡No olvides combinar una buena alimentación con una rutina de entrenamiento y el descanso! No desmayes, piensa a largo plazo: ganar masa muscular no es una carrera de velocidad, sino de resistencia y perseverancia.
I ¡Te animas!