Si es posible ser mamá de niños pequeños, trabajar en casa y mantener la productividad laboral igual que si estuviera en la oficina
Como si se tratara de un juego de video, tenemos un nuevo nivel desbloqueado con la pandemia: “madre y teletrabajadora”. ¡Felicidades! o debería decir ¿felicidades?; descubrámoslo juntos.
La maternidad es complicada, hermosamente complicada, y si le vas agregando detalles como el teletrabajo, la educación online, los quehaceres, se va tornando estresante; ¡No enloquezcas! Paciencia, organización y disciplina pueden ser los tres pilares donde podemos sostenernos para echar adelante.
De lejos y de cerca, pareciera que 24 horas no son suficientes para abarcar con éxito todas las tareas, menos si no cuentas con asistentes en el hogar o apoyo familiar en casa, ahora la maternidad amplia la agenda de pendientes, pero con el añadido de que lo haces todo tú y en el mismo lugar.
Desde marzo de 2020, mi hijo y yo, al igual que millones de familias, hemos debido adaptarnos a esta realidad, el primer gran reto para ambos era asumir el ejercicio pedagógico: Él, asumir que ya no tenía sólo una mamá, sino a una docente y por mi parte llenarme de toda la paciencia para poder asumir el desafío.
Foto de Ketut Subiyanto en Pexels
Al principio, era un alivio que el teletrabajo no fuese tan demandante, y que debía estar consciente de que más que el agobio que yo pudiera estar percibiendo, debía entender que a mi hijo de diez años le sería más complicado el cambio tan abrupto, y allí tenía que centrarme, y así fue: trabajamos en sus estudios de forma ligera, hicimos juegos, construimos estructuras con legos, hicimos circuitos de ejercicios, saltamos la cuerda, practicamos yoga, peleamos, oramos, le enseñé más oficios del hogar, en fin, procuramos ocupar la mente y compartir de la manera más armónica.
Pero en este tiempo tampoco tenía horario, lo cual me complicó la dinámica, pues prácticamente iba resolviendo todo sobre la marcha y me quedaba poco tiempo para el descanso, lo cual, luego me di cuenta que en mi empeño de procurar que no nos afectara el encierro, estaba atendiendo todo, pero de forma desorganizada y rompiendo cualquier tipo de norma.
Entonces, la maternidad y teletrabajo, la complementé al establecer un horario para todo, levantarme más temprano y fijar turnos para cumplir las rutinas.
En mi caso, hay ciertas complicaciones añadidas porque somos dos en casa, cohabitando con el ecosistema online, pero sólo disponemos de una computadora; así que estos turnos de trabajo deben ser más estrictos en el cumplimiento, y cada uno debe aprender a rendir el tiempo.
Ahora, cuento con un teletrabajo demandante, así que agregué otra fórmula: espacios de trabajo separados; tiempo definidos para el uso de la computadora y procuramos mantener el optimismo para que el templo que tenemos por casa no nos resulte asfixiante.
Este es un desafío que nos convoca a la reinvención y a darle la vuelta. No es fácil, pero en procura de insistir en fluir, vamos aceptando el desafío de los nuevos tiempos.