Las frutas que dan energía y consienten tu paladar; ellas contienen vitaminas con magníficas propiedades para tu salud.
Sus azúcares naturales te llenan de energía. Por eso, cuando sientas un bajón en tus fuerzas, recurre a ellas para recobrar tu poder. ¡Conócelas en estas líneas!
Entre las opciones para subir tu energía están el cambur, las uvas y los higos. El aguacate es fabuloso porque es alto en grasas, bajo en azúcares y rico en fibra.
Las frutas amarillas tienen mucha vitamina C. La encuentras en la piña y el mango, por mencionar algunas. Por su parte, las rojas como fresas, arándanos y frambuesas tienen alto contenido de vitaminas A, B, C y E.
Las frutas verdes son capaces de mejorar el sistema inmunológico, son ricas en fibra y ayudan a la circulación. Uvas, limón y el kiwi, son algunas de las que puedes consumir. Ellas contienen vitamina K: ayuda a la vista y el mantenimiento de huesos; clorofila, que es antianémica, aporta energía y oxigena las células de nuestro cuerpo y depura intestinos, riñones y el hígado. ¡También ayuda a prevenir enfermedades como el cáncer!
Estos regalos de naturaleza te aportan más que energía: tienen muchas vitaminas con muchos beneficios a tu organismo.
La vitamina A, se encuentra en las naranjas, moras, patillas, duraznos, manzanas y kiwis. Contribuye a nuestra producción celular y formación de hormonas. Además, estimula el sistema inmunológico, y ayuda a que tengamos una visión de águila.
Por su parte, cambures, peras, limones, mangos, piñas y también naranjas, contienen vitamina B1 que ayuda al funcionamiento de nuestro corazón, equilibra nuestro sistema nervioso y beneficia nuestros músculos.
La vitamina B2 o Riboflavina participa en la desintoxicación celular, favorece la formación de anticuerpos y la producción de glóbulos rojos, el crecimiento de los niños y ayuda al sistema digestivo. ¿Qué puedo comer para que mi organismo se beneficie? Aguacate, manzanas, fresas, entre otras.
! Para conservar los nutrientes de las frutas, debes mantenerlas en lugares frescos, comerlas lo antes posibles después de pelarlas, porque el aire oxida la fruta y genera la descomposición de las vitaminas. Si no vas a consumir la fruta, puedes congelarla, así no perderá sus nutrientes.